Entrando por el arco, y enfrente de la ermita del Portal, está el espacio que antiguamente ocupó la “Fuente Vieja”, ya desaparecida, pero que a lo largo de la historia de Aldeanueva tuvo suma importancia para el pueblo, cuando no había agua corriente en las casas.

En recuerdo a esta desaparecida fuente, se creó, en 1997 el monumento Mujer con cántaro y Hombre con caballo, encargado por el alcalde Ángel Fernández Calvo a Miguel Ángel Sainz. Este monumento refleja claramente aquellos retazos de vida. Una mujer, joven y esbelta, lleva en la cabeza un cesto de ropa y en la cintura un cántaro de agua; es manifiesto reflejo de las duras tareas que desempeñaba la mujer, que, además, realiza un coqueto gesto cuando se le levanta la falda, ya que se sabe observada por el mozo que está al lado, y que refrena el ímpetu de su caballo mientras mira.